martes, 2 de agosto de 2011

Tan dulce que empalaga


La dulzura a veces trae situaciones amarga, y es que el silencio lleva algunas personas a creer que pueden contar con tu voluntad. Ignoro si les ha pasado, pero la vida nos enfrenta muchas veces ante circunstancias, donde sin darnos cuenta los demás te involucran esperando tanto esfuerzo de tu parte, más de lo que estamos dispuestos a dar, incluso esperan que actuemos igual que ellos, viéndonos manipulados de todas las formas si nos negamos a seguirlos, la verdad que no es agradable pero debemos enfrentarlo para no ser victimizados y manipulados por las circunstancias. Comparto algunas frases que reflejan un poco esto.

- Nuestras prioridades son diferentes, por lo que cada quien se esfuerza por lo que quiere alcanzar.

- Pregúntame si puedo, cuando necesites de mí para hacer algo.

- No soy egoísta, me encanta que logres tus sueños, pero recuerda que aunque no te lo diga, yo también trabajo en los míos.

- El hecho que hago uso de lo que construiste no quiere decir que no pueda vivir si ello, es que no me dejaste otra opción.

- No me pidas que te acompañe en tus proyectos donde el único esfuerzo es el mío.

- No pienses que tus miedos son los míos, yo ya los supere.

- Entiéndeme cuando te digo, que no quiero cargar con tus miedos, mi mente trabaja creando otros.

- No puedo acompañarte en todas tus decisiones, si al hacerlo voy en mi contra.

- No pienses que no te entiendo, pero mis obligaciones son necesarias y ocupan todo mi tiempo.

- Me contenta que tengas todo lo que necesitas, pero recuerda que tus necesidades no son las mías. Tengo mi propia lista.

-No te pido nada, por favor haz tú lo mismo.

-No pienses que porque estamos cerca queremos las mismas cosas. Respeto tus ideas, tu respeta las mías.

- Pide mi aprobación cuando vayas a tomar decisiones que me involucren.

Prefiero las frases optimistas, pero estas necesitaba sacarlas de mi mente, no es falta de solidaridad es Sobrevivencia.
Si lo entiendes ahora quizas sea en otro momento.