Las ventanas de la habitación estaban
abiertas, se escuchaba la lluvia caer, mientras que las puertas de madera se batían unas y otras, abriendo y
cerrando, las cortinas no dejaban de agitarse, por el viento que entraba fuerte, una luz de vela apenas iluminaba la
habitación, mientras que Ana dormía plácidamente. Se podía escuchar el soplo del viento que cada vez se hacia más
intenso, tanto que este, haciendo una especie de nube, la levanto y elevo hacia lo más alto de la habitación, al
mirar hacia abajo, pudo ver como su cuerpo, yacía tendido en la cama, durmiendo
como si nada, sin embargo ella mas ansiosa que nunca, quería andar, disfrutaba
de esa experiencia de volar y viajar
como en otra dimensión, podía escuchar una música melodiosa que guiaba de
cierta manera su viaje a través de las otras habitaciones, al salir se encontró
en una casa grande abierta llena de corredores, donde ella solía jugar cuando
era niña, sin embargo a pesar de tener
la libertad de ir por todos lados, y de sentirse bien recorriendo el lugar, se
mantuvo prudente dentro de los lugares que le eran familiar y no se aventuro a
entrar en otras zonas que no le eran tan conocidas, a pesar de que muchos de
ellos eran cálidos y se podía escuchar gente reunida, siguió el recorrido durante algún tiempo mas, siempre recordando
que debía regresar rápido, ya que su cuerpo esperaba, algo podía cambiar cerrando
el paso para su regreso. Al cabo de un rato, se topo de pronto con una luz fluorescente muy intensa,
esta iluminaba la puerta de su habitación, entro y la luz seguía iluminando,
esta vez la llevaba al fondo de la
habitación donde había un gran sobre que esperaba para ser abierto , tenía su
nombre escrito en el, las letras brillaban como la plata, era una invitación a participar en un cuento y
tenía una frase que decía: “Cada
instante de nuestra vida es un momento único y mágico, siente, vive y disfruta
al máximo de cada uno, ya que estarán
segundos después en el archivo de buenos recuerdos, si asi lo decides".